Capitulo II ---> Pequeños secretos

CAPITULO II

"Pequeños secretos"

Cuando me fuí calmando empeze a volver a la normalidad. Recorde que Amy había escapado en cuanto yo tiré a... eso contra la pared de ladrillos,¿había alcanzado a verme convertirme en un lobo?,¿tendría miedo de mí?,¿cuanto había visto?.

Ahora toda la piel la sentía con fiebre,con un calor que no había sentido antes,pero que disminuia con el tiempo. Me pregunte si volvería a transformarme en cuanto menos lo esperara,y la idea me llenó de terror.

Creo que no les he hablado muy bien de mis padres, Jacob y Renesmee (Nessi para los amigos). Mi padre Jacob es mucho más alto que yo,de piel cobriza y pelo negro algo largo. Mi madre Renesmee es muy pequeña,cualquiera que la vea por primera vez creerá que es una adolescente de 17 años, de piel blanca, ojos chocolate y pelo rizado. Juntos, mis padres eran la pareja más dispareja que había visto en mi vida, y aún no sabía cuanto...

Sentí miedo por mi madre. Mi papá podia soportar ver algo tan imposible de creer,desde que soy pequeño lo veo como a un ser que no siente miedo de nada. Pero mi mamá era la simbolización viviente de la fragilidad. Un susto así podría matarla,darle un infarto.

Sí,lo mejor erá permanecer con esto en secreto. Y si Amy me había visto tendría que guardar el secreto conmigo. Pero luego pensaría en todo eso. Ahora lo que nesecitaba era ropa.

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Regrese a mi casa cuando ya esta anocheciendo. Tal como me esperaba estaban,ahí mismo,en el recibidor,esperando.

"¿Sabes lo preocupada que estaba por tí?"- Me regaño mi madre. Quizas el regaño de madre más viejo de la historia.

Hay fué cuando notaron que la ropa que traía puesta no era con la cual había salido. Mi mamá se sintió tentada a preguntar,pero mi padre la detuvo. Adivino que era un tema que podía esperar.

Era el día más extraño de mi vida,el primero de muchos que vendrían, y yo solo quería dormir.

Lo que soñaría esa noche no tenía sentido alguno, ni siquiera en ese momento. Me vi nuevamente corriendo a cuatro patas, sobre la nieve, a toda prisa, como huyendo de algo, me seguían otros lobos,cada uno de pelaje diferente. Uno era negro,otro gris,otro café,y así. También había humanos corriendo por delante de nosotros, pero de inmediato noté por el olor que traían encima que eran de la misma especie del monstruo de la plaza. Y noté que junto a ellos estaba mi madre.

Me desperté aun más confundido que el día anterior...

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"Àngel,¡que bueno que estas bien!"- Me saludó Amy en cuanto me vió. No parecía recordar mucho de nuestro día en la plaza. Para ella simplemente fué un borracho lo que se nos tiró encima. Cualquiera habría aprovechado eso,pero yo simplemente no quería ocultarle algo así. Sentí que era la persona indicada para mostrarle en que me había combertido.

La hice esperar en la reserva, cerca de los acantilados. Allì había una especie de pradera con una colina de piedra a un lado. Le dije que no tuviera miedo y que estuviera preparada,ella no entendía nada pero accedío.

Me puse detrás de la colina. Me puse a pensar fuertemente en lo que había pasado el día anterior,el olor de esa criatura, lo sobrenatural de sus ojos...Total,todo inecesario ya que con solo desearlo ya estaba con cuatro patas y cola. Salté sin ningun esfuerzo la pequeña colina, y observe que Amy retrocedia espantada.

"Amy,soy yo"- Me hubiera encantado decirle, pero de mi hocico solo salió un gruñido que la asusto aún más.

"¡ÁNGEL,ÁNGEL,ANGEL!!!"- Comenzó a gritar. Me senté rogando a que se calmará.

Cuando por fin se calmo y vio que no le querìa hacer ningún daño se empezo a acercarse lentamente. La sospecha empezaba a lucir en sus ojos. Yo se lo que estaba pensando: Era imposible,pero real.

"¿Ángel?"- Preguntó. Yo respondí afirmativamente como pude,moviendo la cola y la cabeza.

Me puso la mano sobre la cabeza y el lomo, y coloque mi pata en su hombro. Permanecimos asì nose por cuanto tiempo.

***

"¿Tus padres ya lo saben?"- Pregunto Amy,cuando ya había vuelto a la normalidad y caminabamos de regreso a casa.

"No. Tengo miedo de como vallan a reaccionar"- Le respondí. No volvimos a hablar durante el resto del camino. La verdad es que moría por decirles mi problema,pero como ya dije temìa afectales la salud,tanto fisica como mental. He explicado como mi madre no estaba lista para algo asì.

*+*

El telefono empezò a sonar. Mi madre lo levantó en un 2 por 3

"¡ALICE!"- Gritò llena de alegria, y me pregunte si la persona del otro lado de la linea no le había dolído en el tímpano. Con una seña me dijo que me fuera. Otra llamada misteriosa de la que ella no quería que supiera nada.

Entre a mi cuarto,pero no pude resistirme a espiar la conversación:

"No Alice...Ya hablamos de...¿QUE?...No,hubiera dicho...Si...Pero Àngel no...¡Por supuesto que no!...No me importa lo que hayas visto en tu cabecita.....Pero si él.....Ok,eso es posible....no,no es eso....Te avisaré si llega a ocurrir.....Por supuesto que hablaré con él.....Muy bien,saluda a todos por mí......Lo tendre en cuenta. Bye."

Una hora después,ella entro a mi cuarto acompañada de mi papá.

"Ángel,querido,tu sabes que nosotros somos tus padres y puedes contar con nosotros para cualquier cosa. Si nesecitas decir algo,solo dinos."

No sabía quien era Alice,no sabía de que había hablado mi mamá por el telefono y no sabía porque elegía justamente ese momento para decirme ese pequeño discurso de confianza.

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Mi tercera transformación fué,quizas,la reveladora,porque por fin armé el rompecabezas de todo lo que sucedía. Un rompecabezas que mis padres habían intentado ocultar sin exito y del que yo era parte. Algo que jamás hubiera adivinado por lo loco que siquiera pensar en algo así resultaría. Algo aún más confuso de lo que yo mismo pensaba.

Estaba en mi habitación tocando la guitarra,cuando escuche un ruido afuera. Asomé la cabeza por la ventana, y vi a mi madre perseguida por un enorme animal café cobrizo. Me tomo unos segundos reponerme de la sorpresa y el susto y sin razonar, sacudido por fuertes temblores salí de la casa. Para cuando ya estaba afuera,era de nuevo el lobo blanco que empezaba a conocer bien.

Corrí hacia ellos. Mi madre gritó,lo cuál solo aumento mis fuerzas. Me arroje sobre la criatura al mismo tiempo que ella se abalanzó sobre mi. Noté que era un lobo de mi mismo tamaño, y de inmediato supe que podía con él. Pero algo pasó.

De inmediato escuche una voz familiar en la cabeza diciendome que me apartara. Allì todo se detuvo. Todo quedo en silencio. Solté al lobo marrón, lo mire a él,a mi madre y al cielo. De nuevo le dirigí la mirada,apenado.

El otro lobo erá mi padre.

Continuará...